Vemos a cuatro personajes, dos jóvenes, rubios, desnudos uno frente al otro, Adán y Eva en el paraíso.

Adán representa las cualidades masculinas de la lógica y el intelecto y Eva las cualidades femeninas de la intuición y recepción en búsqueda del equilibrio de las fuerzas a partir de la unión de los opuestos y la energía en potencia, al unirse los dos en el amor, de la naturaleza y por consiguiente de la vida.

Un ángel en la parte superior de la lámina con los brazos y alas abiertos y los ojos cerrados, que sale desde una gran nube, es el ángel Gabriel, protector del hombre frente a las energías oscuras y la tentación, el arcángel del aire relacionado con el signo de géminis, en actitud de concentración por los ojos cerrados y sus manos indican que envía protección pues se ven los chakras de sus palmas.

Situados detrás de la joven, una serpiente enrolladla alrededor de un árbol, representa la fuerza interior conocida como Kundalini, es un manzano con cuatro manzanas maduras representan el conocimiento del bien y del mal, la tentación y la libre elección.

Detrás del joven otro árbol con sus flores abiertas en forma de llamas sin hojas, curiosamente son doce, representan los signos del zodíaco.

El piso es verde indicador de fertilidad y esperanza, una alta montaña al fondo, el pico de esta montaña representa la búsqueda y la residencia de los dioses visible en la distancia;

Sobre el ángel un gran sol ilumina todo representante de la luz, el sol indica iluminación.

En el cuadro más tradicional existen cuatro personajes; El primero un joven rubio, imberbe, sin pantalones y cabeza descubierta, en el centro de la lámina, coloridamente vestido de los muslos hacia arriba. Una joven mujer, rubia a su lado izquierdo y otra morena y más adulta al lado derecho, una representa la pasión, la lujuria, lo material y mundano; la otra el amor verdadero, con todo lo que conlleva, también la pasión pero con compromiso. Una, es el vicio, la otra la virtud; una es el mal la otra el bien. El cuarto personaje es un ángel rubio, con alas azules que podría ser Cupido que apunta con su mortífera arma a la mano izquierda del joven o como indicando a la hermosa joven (en algunos tarot este ángel apunta al otro lado, no lleva el arco ni la flecha, y su actitud es más bien de comprensión o se presenta con otras ropas o no es un ángel) pero en el fondo de las explicaciones encontraremos que entrega una solución al dilema que enfrenta nuestro joven.

Un brillante son a espaldas del ángel y en algunos tarot existe un arbusto en el cual se ve abrazado por una serpiente (del conocimiento) 

Esta carta representa la necesidad de elecciones en la vida, que sucede  cuando se enfrentan crisis y cuando aparecen elementos extraños que distraen o abren el abanico de oportunidades. Esta necesidad de cambio, supone tener que elegir, entre lo conocido y cómodo y lo desconocido y que atrae por lo mismo; sin embargo es riesgoso elegir una nueva opción ya que es casi seguro que se enfrentarán retos nuevos para los que tal vez no estamos preparados.

La carta está indicando que, pueden haber varios caminos, los cuales son de naturaleza antagónica (es decir que se enfrentan entre sí) la una en la que se puede visualizar que será productiva materialmente y la otra que su productividad es más bien espiritual; en ambos se obtendrá algo, la diferencia es precisamente encontrar lo que realmente se desea y el cómo se desea lograr.

Nuestro joven aparentemente, no sabe qué elegir y no tiene el valor, por esto la “falta de pantalones”. No se atreve a dejar el pasado y la comodidad, lo agradable, los lujos seguros, por la nobleza del verdadero amor y se enfrenta a la disyuntiva. Puede que esta mujer vieja y fea, sea la madre, una madre sobreprotectora y con poder material que no está dispuesta a disputar el amor de su hijo; y el joven su “Bebé” quien no quiere perder pedazo de la torta ni a la bella joven.

Esta carta nos enfrenta de lleno en la dualidad, si se encuentra el equilibrio, lleva al enriquecimiento mutuo en un ritmo pulsante y evolutivo.

Y la dualidad del ser; dos situaciones contrarias se enfrentan, la luz y la oscuridad, una no puede existir sin la otra, pues “si conozco la luz es porque sé que existe la oscuridad, pero no pueden coexistir, porque donde hay luz la oscuridad desaparece”.

Los enamorados, hablan decididamente del amor tal cual es, amor real y físico también, puede estar hablando de la necesidad de una elección entre el cónyuge y otro amor de quien el consultante esté enamorado, en todo caso la persona tendrá que decidirse mirando hacia dentro dirigiéndose a su inconsciente en busca de inspiración; así podrá tener acceso a la sabiduría que necesita para tal elección sea correcta por el bien de todos los implicados.

Por todo esto, la carta es la indicadora de la debilidad humana, de la angustia ante las pruebas y de la carga que supone el libre albedrío. En el fondo, es la disyuntiva entre ética y moral, entre el altruismo y la tentación, entre el amor físico y el espiritual.

También nos habla de las cosas lindas de la vida, sin definir qué cosas son, puesto que todo cobra valor distinto, dependiendo de los ojos que miran.

El número 6 de la carta, se refiere claramente a la dualidad de los opuestos, la elección de un camino excluye al otro en forma definitiva. Siempre se ha considerado que el seis es la lucha entre el bien y el mal y en este caso no hay diferencias; esta lámina representa una necesidad de elección, dentro de los mejores términos intuitiva, buscando en lo más interno del ser la respuesta, para no cometer errores, que podrían dañar a terceros.

El seis es el número de la dualidad como ya se ha dicho y del equilibrio, de aquí podemos constatar que también la belleza está ligada al 6, puesto que la belleza está basada en este concepto, indica que estéticamente es un ser equilibrado.

 El esoterista inglés Waite modificó esta carta para poner de manifiesto la idea de que la caída de la humanidad en el pecado era la realización de un plan secreto de la Providencia y no el resultado de un error. La intención de idear esta situación es que la humanidad volverá a ocupar el Jardín del Edén, pero esta vez con consciencia, la que de otro modo nunca habrían alcanzado. Los jóvenes de la lámina representan a ADÁN Y EVA, inocentes ante la fatal contaminación inducida por el deseo físico.

A nivel adivinatorio; La carta de los enamorados, cuando aparece al echar las cartas, presagia la necesidad de una elección de algún tipo, generalmente en el amor. El Loco, tras haberse enterado de su propia cualidad, ahora debe poner a prueba sus valores. Puede tratarse del problema de un matrimonio demasiado precipitado, o de tener que elegir entre el amor y una carrera o alguna actividad creativa. Esta carta implica la necesidad de examinar cuidadosamente las implicaciones de nuestras elecciones, más que dejarnos llevar ciegamente, generando de ese modo, como Paris, una gran guerra.

COMO PERSONA

Muestra una actitud de comodidad ante la toma de decisiones o definir nuevos horizontes, hay inseguridad, más por un tema de flojera de tener que enfrentarse a algún esfuerzo, para el que no sabe si estará preparado. Duda entre lo que su corazón dice y lo que le conviene. Normalmente será una persona atractiva, interesante, joven, con energías para el amor y las relaciones sociales, es un bien anfitrión, acogedor e interesado en la belleza de la vida y en su propio semblante. Bastante egocéntrico. 

 Al revés; muestra una persona que no se define por tiempo largo, que no es equilibrado emocionalmente, antipático o poco agraciado. una persona que habiendo pasado hace rato la mayoría de edad sigue jugando a ser el hijo mantenido. Adulto que no trabaja para su propia manutención y vive de otros. Vividor y jugador. Busca disfrutar de la vida a costa de otros. Enamoradizo e inestable.

AMOR

Anuncia momentos positivos en puerta, aconseja hacer caso al corazón, y dejar de pensar en la comodidad. Esta carta habla de relaciones amorosas bellas, de amor verdadero, de entrega, de felicidad; solo requiere de valor para poder conocer la energía de esta bella carta. Puede estar hablando de una bella pareja, de un amor que ha encontrado su equilibrio. Habla de un amor con el ímpetu de la juventud, aunque no lo sean, de deseo de descubrimiento y de pasión. también habla de conocimiento de la verdad, de comerse

Al revés; la carta habla de intrigas amorosas, de falta de amor e infidelidad, de conflictos en la pareja de poco entendimiento, de celos y rupturas.

Dificultad para decidir, amante, falso amor, egoísmo, amor no correspondido, pasión enfermiza, amor a sí mismo, hedonismo, placer por placer, fealdad, infidelidad, falta de armonía, peleas tanto con uno o con la pareja. La persona no se atreve a decidir por no perder pan y pedazo.

Hay que tener en cuenta que esta carta como base importante tiene a la belleza y la belleza se basa en el equilibrio, y la falta de equilibrio en las relaciones puede ser representada por esta carta.

Es posible que represente una relación de mucho tiempo en la que se ha perdido la fantasía y que esté basada en la costumbre, en el miedo a quedarse solo, la carta al revés indica que esta situación está llegando a su fin y que debemos conformarnos, el tiempo lo cura todo y que es lo mejor para que puede pasar aunque por el momento cause un poco de angustia.

Es posible que este amor no correspondido sea una situación que se sabía pero no había sido enfrentada, que ni siquiera el consultante, sabiéndolo se lo confesaba a sí mismo.

La inmadurez o fantasías infantiles han vuelto la relación en algo destructivo; acompañada de El Diablo por ejemplo, puede estar hablando de una adicción al sexo, con La Fuerza una relación muy agresiva, con La Estrella se convierte en una relación demasiado idílica en la que la sexualidad se deja de lado, más aún junto a La Templanza; matrimonio por conveniencia.

Una visión menos fuerte es posible, y se refiere a una situación estancada, en la que puedas mejorar con un poco de buena voluntad para con la pareja.