En la lámina catorce (XIV), se ve a un ángel con sus alas desplegadas, que trasvasija un líquido (Agua) desde un jarro en la mano izquierda a otro en la otra mano, sin perder una sola gota; vestido con una larga túnica blanca o celeste, que le llega hasta los tobillos, deja ver sus pies y muestra la capacidad de este ángel, a permanecer equilibrado entre la tierra (lo material) y el agua (lo sentimental); en su pecho, un cuadrado blanco que en el centro lleva un triángulo rojo con una de sus puntas hacia arriba.
Suspendida en el cielo a la altura de las caderas una corona de oro, que brilla como un pequeño sol, al lado izquierdo de la carta; al otro lado dos lirios amarillos entre hermosa hojas verdes y largas.
El agua del un pequeño charco, ¿será la orilla de un gran lago? se va algo inquietante, al menos no esta calmado. Y una senda que se dirige hacia las montañas en el horizonte, a través de los campos verdes.
Representa a una mujer alada vestida de azul y rojo. Su cabello es azul y sus alas son color carne. Está vertiendo el líquido vital, de un ánfora o jarro azul a otro rojo. Sobre la frente al centro de su cabeza, lleva una flor roja, de cinco pétalos. Su cabello es largo y azul. Sus pies solo se perciben y el suelo es color arenoso y se ven dos plantas de color amarillo tras ella el cielo es celeste.
Nótese que al igual que todas las cartas del Tarot su número está escrito en romano, sin embargo, la nomenclatura expresada no verifica las reglas convencionales y conocidas, en sentido que, en vez de expresar el 14 como XIV, se expresa así XIIII, representando la clara convicción de que en el Tarot evoluciona y nunca involuciona.
La carta de la Templanza, se encuentra entre la carta XIII, (La muerte asexuada) y la carta número XV (El Diablo, criatura bisexual); teniendo al mismo tiempo connotaciones de cierta ambigüedad en cuanto al sexo. Dicho esto, aún se discute si la figura de la carta de La Templanza, se trata de una mujer alada o si es un ángel de cuyo sexo nunca ha sido definido.
Representa a una mujer alada vestida de azul y rojo. Su cabello es celeste y sus alas son color carne. Está vertiendo el líquido vital, de un ánfora o jarro azul a otro rojo. Sobre la frente al centro de su cabeza, lleva una flor de cinco pétalos. Su cabello es largo y azul. Sus pies solo se perciben y el suelo es color arenoso y se ven dos plantas, tras ella el cielo es celeste tonalidad que prevalece en el cuadro.
No en menor hacer notar que en número de la lamina siendo el 14 escrito en lo que podría ser romano; no se expresa en la nomenclatura tradicional, que es XIV, y se expresa así XIIII. Esto responde a una ley del tarot, que dice que siempre suma, nunca resta. Cosa que no se ve en el rider
En la lámina vemos entonces al personaje, ángel o mujer alada, con un jarrón de plata en la mano izquierda, y otro de oro en la derecha, vestido con ropajes largos y una pequeña flor roja de cinco pétalos, en la frente. Este Ángel vierte un líquido de un jarrón al otro, sin perder una sola gota.
Respecto a los jarrones, uno es de plata y esta en la mano izquierda, ambos conceptos son símbolos de pasividad y receptividad, del inconsciente y del yin; nos recuerda a las energías lunares. - El otro jarrón es de oro, y esta en la mano derecha, lo que se relaciona con energías masculinas, actividad, el sol y el yang; dador del consiente. Lo que nos hace pensar en la idea de dualidad, búsqueda de equilibrio, de las dos fuerzas fundamentales que gobiernan la creación, aquí actuando equilibrádamente bajo el sereno mando y dirección de un personaje indefinido o más bien equilibrado, en extremo incluso en lo más íntimo.
puntas hacia arriba.
Suspendida en el cielo a la altura de las caderas y sobre las montañas, una corona de oro, que brilla como un pequeño sol, al lado izquierdo de la carta; al otro lado dos lirios amarillos entre hermosa hojas verdes y largas;
El agua del un pequeño charco, ¿será la orilla de un gran lago? se ve algo inquietante, al menos no esta calmado. Y una senda que se dirige hacia las montañas en el horizonte, a través de los campos verdes.
La figura domina los opuestos, levemente inclinada al pasado, tal vez representando que ese equilibrio que busca nuestro personaje es producto del conocimiento adquirido con la experiencia de las cartas o vida anteriores y no es solo un concepto.
El ángel representa una inteligencia superior, representan estados sutiles del ser y se ocupan de realizar los llamados y anuncios al despertar la conciencia. Sus acciones en la vida están dirigidas por su espiritualidad; por su inspiración alimentada desde los planos superiores de la creación, cuyo objetivo es nivelar todas las manifestaciones de nuestra capacidad para aceptar los impulsos de nuestra voluntad, y crear el perfecto mundo interior permitiendo la expresión de la individualidad.
Esto es lo que nos plantea esta figura. Toda ella habla del trabajo entre estas dos polaridades, entre estos dos mundos y que debe lograr equilibrar y armonizarse. Esa es la tarea; lograr que nosotros como estudiantes de la vida, como seres que van en el camino de retorno, podamos conseguir que la personalidad logre armonizarse con estas fuerzas superiores. Entrar en contacto con ellas y conseguir, que la personalidad se equilibre y haya un intercambio. Adecuar los impulsos de nuestra voluntad personal a esta inspiración superior que comienza a recibirse.
Solamente cuando las personas logran dominio sobre estas dos fuerzas, logran este equilibrio y armonía entre su individualidad y su personalidad; logran ir realizando el destino por el cual vino su ser espiritual a este mundo. Solamente en ese caso empiezan a conquistar la paz y la armonía que ya habían sido anunciadas por el Arcano XI (La Force). El trabajo sobre sí consiste, en reconocer todas las polaridades del carácter y buscar un término medio equilibrante.
Toda la vitalidad debe ser cuidada y puesta al servicio de lo superior. El conocimiento y el gozo internos, convienen dejarlo fluir para que se renueve constantemente y para que lleve más armonía y belleza a quienes lo necesiten.
Dejar fluir es no aprisionar la vida misma. Es tomar con sabiduría los obstáculos y bendiciones que nos entrega ella misma. Conocer mejor nuestra misión personal y espiritual solo así aumentara el flujo de nuestra conciencia, actuando conforme a las leyes universales. El equilibrio no es algo estático, sino un movimiento constante y compensado. Un vaso con agua en reposo parece estático, pero las moléculas de agua están entrando, saliendo y moviéndose dentro del vaso compensándose unas a otras.
Otro ejemplo de esta idea es el nuevo concepto de educador. El profesor aprende de sus alumnos, y los alumnos en algún momento, enseñan según lo aprendido por su experiencia. Los roles se intercambian constantemente. De modo que todos aprenden y todos enseñan. De este concepto podemos inferir que de las ánforas, el líquido pasa de una a la otra y viceversa, una retroalimentación.
Se puede ver también en la lámina que, enseña que nosotros debemos tener pensamientos relacionados con nuestra propia existencia en equilibrio, con pensamientos e ideas relacionados con la existencia de los demás. Podemos imaginar que una copa representa los pensamientos relacionados con la propia existencia y la otra los pensamientos nuestros relacionados con la existencia de los otros y la relación y retroalimentación de ambas.
También podemos ver que una copa que es la dorada, la solar, la activa, la copa del sol, representa la conciencia, el darse cuenta, la razón, la lógica. Y que la otra copa, que es de plata, es lunar, representa los sentimientos, la imaginación y el inconsciente, - y podemos ver que este fluido vital tiene que mantenerse en equilibrio y conectar estos dos mundos nuestros.
La templanza es la moderación de los sentidos y los apetitos. Más ampliamente, es la moderación en los opuestos. Una virtud llevada a un extremo se convierte en un vicio. El equilibrio y la serenidad se producen por una relación constante con los opuestos, pero sin identificarse con los extremos. Este es un importante tema de meditación personal.
La armonía en un grupo se producirá si se toma en cuenta las diferencias de sus integrantes, su diferente grado evolutivo. Un grupo sano y positivo es aquel en el cual los integrantes tienen objetivos en común y las diferencias son respetadas y aceptadas. Debemos desarrollar el sentimiento de cooperación en que cada cual aporta lo que tiene y busca lo que le falta, en contraposición con el sentimiento de competición. Cada persona necesita realizar su "tener que ser", desarrollarse en forma integral y completa.
Otro punto importante en procura de la templanza, es que el desarrollo integral es distinto para cada persona. Cada uno es como un instrumento que debe estar afinado (templado es sinónimo de afinado). Al tocar los músicos en una orquesta, cada cual afina su instrumento. Sin embargo, cada instrumento suena diferente, aunque esté emitiendo la misma nota. Luego, al interpretar una sinfonía, cada cual hace lo suyo en cooperación, sin que alguien trate de destacar o sobresalir. Si algún músico quisiera destacar su instrumento causaría una desarmonía.
Busquemos la templanza en cada plano. El comer en exceso (y en la sociedad actual prácticamente todos lo hacen) lleva a desarmonía y enfermedad; en lo sexual hay que dar también la oportunidad al otro que entregue su afecto; en lo mental hay que compartir el conocimiento, aprender y enseñar.
Hay dos vasijas desde y hacia donde fluye el pensamiento. Es activo por cuanto uno mismo piensa, y es pasivo porque algo piensa con uno. Tal es justamente el estado de alma necesario para tener inspiraciones. Dos fuentes y dos corrientes simultáneas de pensamiento se mezclan y unen, constituyendo la auténtica inspiración.
Hay que atreverse y preguntar, olvidando la propia presunción y dando paso a la humildad. Los niños saben y osan preguntar ¿Son por esto presuntuosos? No, porque cada pregunta que hacen, es a la vez confesión de su ignorancia. Son humildes por cuanto tienen conciencia de su ignorancia y la sienten; no lo son en la medida en que se dejan llevar por el hambre y sed de saber y comprender, hasta el punto de olvidarse de sí mismos y olvidar tanto su humildad como su presunción. El iniciado aquí imita al niño. Quiere saber el quién, el qué, el cómo y el porqué de la vida y de la muerte, del bien y el mal, de la involución y la evolución.
He aquí las ideas que este símbolo debe expresar:
•1° La combinación de los fluidos.
•2° La individualización de la existencia.
•El genio del sol vierte desde un cántaro de oro a otro de plata
las esencias fluídicas de la vida (primera idea).
•Estas esencias pasan de uno a otro recipiente sin verter una
sola gota (segunda idea).
No solo por las alas, sino también porque carece de pies, este personaje parece ser un ángel. Aquel de la revelación que vierte un misterioso líquido capaz de enseñar al hombre el camino de iniciación para salir de la cripta oscura que es este mundo.
Pereciera que vierte la quinta esencia (así lo indica la flor de cinco pétalos) celeste en el recipiente terrestre. Es necesaria una superioridad de la gracia y misericordia sobre el rencor o el odio para que exista equilibrio. La dulzura y la gracia están temblando el rigor.
La carta aparentemente simple en su construcción guarda una difícil prueba, y esta es mantenerse firme en las convicciones frente a las tentaciones y necesidades de un mundo terrenal del que somos parte, por tanto sin relegarse ni apartarse de este mundo.
No hay que olvidar nunca, que al salir esta carta en la tirada, es claro concepto de dualidad; de la luz y la oscuridad; de lo bueno y lo malo; de lo espiritual y lo material; de lo positivo y lo negativo, etc., ambos actuando constantemente, buscando el equilibrio entre las partes, tratando de encontrar el punto justo para positivisar cualquier situación. Es claro que en este caso, ambos coexisten, lo que hace cierta diferencia con otras cartas en las que un concepto anula al otro.
En algunos Tarots, este arcano lleva el nombre de "El Alquimista". Si hacemos un poco de memoria, La Alquimia buscaba transformar el plomo en oro; proponía que toda materia, a través de procesos de combustión, destilación, separación y purificación, podían desprenderse de todos los elementos innobles, hasta encontrar su más fina esencia. Sabemos también que esto que se producía en los alambiques y retortas del laboratorio del alquimista, era la manifestación externa de su propio proceso interior de limpieza, purificación y transformación.
En ella también, todo nos sugiere movimiento: los graciosos pliegues de su túnica, sus alas desplegadas, la posición de sus brazos sosteniendo las ánforas.
Pero, ¿Cuál es la danza que baila este angelito? No es otra que la eterna danza de los opuestos.
Quizás La Templanza siempre ha estado allí, esperando la descubriéramos. Como nuestro Ángel Guardián, nos brinda amor, protección, paciencia, fe, nos habla de encontrar la justa medida, la situación adecuada, el momento propicio y tal vez deberíamos cantarle como cuando éramos niños:
"Ángel de la Guarda,
dulce compañía,
no me abandones
ni de noche ni de día”.
Esta es una carta que invita a dejar de lado los extremos, buscar un tiempo para reflexionar y procurar la armonía.
“Y después de La Muerte, llega El Ángel.
Luego del impacto que la primera generará,
La Templanza trae paz, calma, armonía.”
Templanza, moderación, paciencia, búsqueda, armonía, adaptabilidad, amor sin pasión, equilibrio. Acción inteligente; Representa frugalidad, moderación, sobriedad, mesura. Cooperación, equidad, paz interior, serenidad.
Búsqueda de armonía a través de la acción del amor, del equilibrio y la moderación. La carta aconseja adaptarse a las circunstancias. Anuncia que lo que, el consultante estuvo esperando sucederá, esperanza, éxito. Suerte. Búsqueda del propio equilibrio.
Gran dominio sobre sí mismo, armonía con los demás y materialización de aquellos deseos imaginados.
Esta es una carta que invita a dejar de lado los extremos, buscar un tiempo para reflexionar y procurar la armonía.
Al derecho: Curación por energías o fluidos. Feliz alumbramiento. Buena salud.
Al revés: Parto complicado, enfermedad de larga duración o incurable. Salud inestable. Debilidad nerviosa. Problemas en la boca, la laringe, la garganta o las cuerdas vocales. Enfermedades provocadas por desequilibrios energéticos.
Representa a personas que se adaptan a las circunstancias y a los demás, tiende a ser conciliador; evita los conflictos ya que tiene mente abierta no le molesta innovar. Son pensadores. psicólogos, que intentan estudiar las diferentes posiciones de las cuestiones que enfrenta, no se altera y respeta las normas.
Equilibradas y relajadas; estados de meditación de considerar las situaciones.
Representa amores maduros, donde la relación emocional es mas importante que el sexo. Relaciones pausadas, estables, donde se apoyan mutuamente... relaciones conciliadoras, y pacíficas, calidad y acogedoras.
Momento de tranquilidad económica, sin sobresaltos.
Situación estable y positiva, período de evaluaciones.
La carta de la templanza cuando sale al revés indica que se está llevando algo en el sentido contrario al éxito. Puede que se sufra una gran inseguridad o demasiadas dudas que no permiten dejarse llevar con la corriente de la vida. También puede hacer referencia a una persona que sólo se guía por sus intereses o muy cerrada de mente.
Si sale en asuntos de salud nuestro sistema energético está desequilibrado y por consiguiente pueden aparecer algunas enfermedades que mantendrán su grado de gravedad en función del desequilibrio.
Si preguntamos por asuntos materiales hay un bloqueo importante en lo que estamos preguntando. Las cosas no fluyen correctamente, sino más bien todo lo contrario. Si se sigue por el mismo camino se llegará al fracaso. Se tendrá que ser más adaptable. Puede que todo esté en manos de una persona insegura y demasiado dubitativa.
Los intercambios y asociaciones no son favorables, pues los intereses de unos y de otros no se complementan.
En el plano afectivo puede haber un bloqueo emocional. Si se pregunta por una persona o por una relación la respuesta es negativa, pues no llevará a ninguna parte porque los intereses están siendo demasiado contrapuestos y no serán conciliadores. No es buen momento para empezar una relación.
A nivel espiritual se te advierte de que tu espíritu no está en armonía con tu cuerpo y que debes prestar más atención al camino por el que te va guiando la vida. No estás dejando fluir la felicidad y el éxito a través de ti quizá porque tu mente está demasiado cerrada o estructurada para ver la verdad.
Discordia, exceso, conflicto, impaciencia, incomprensión, frustración. Esterilidad, desunión, hostilidad, pereza, abandono, apatía. Intranquilidad.
Indica impaciencia, falta de equilibrio, emociones negativas. Conflicto de intereses, malas asociaciones. Desunión. Esterilidad. Dificultada para entender a los demás. Frustraciones. Esta carta se refiere a todo lo que puede producir desequilibrio en la vida, como pérdidas de todo tipo, con ciertas cartas depresión, con otras, enfermedad y otras, falta de dinero o desunión. Puede incluso indicar situaciones que aparentemente parecen equilibrar las cosas, pero en la realidad no son justas y al final del camino producen inequidad, este tema esta bien explicado en la justicia.
Hay situaciones que siendo agradables para el consultante no son justas, como por ejemplo un hombre que siendo mayor y sano, aún viva en casa de “mami”, sin ser útil ni a sí mismo, ni a la sociedad, menos a esa madre; o aquel banquero usurero, que claramente está feliz, por ganar más por menos, pero esto no es justo, y tarde o temprano la templanza decide que es hora de equiparar las cosas.
ANGETAROT.2011
MODIFICACIONES
DICIEMBRE 2011
MAYO 2012
ENERO 2017
Aprendí con las primaveras
a dejarme podar para poder volver entera.
Cecilia Meireles