LA MUERTE

 Llamada la Muerte, esta carta muestra a un esqueleto vertido con ropas de soldado, sobre un caballo blanco que va caminando, entre cuerpos caídos a sus pies; estos cuerpos parecen ser, uno representante de la realeza, está muerto al lado izquierdo de la muerte; otro representa a la religión de frente, pidiendo piedad; una joven que esquiva su mirada, y que igual está en su camino; y por último, un pequeño niño, que representa la inocencia, al lado de la joven, que mira a la muerte de frente con lo que parece ser una ofrenda en sus manos, una caja amarilla adornada con hojas y flores. Parece ser que, que el caballo fuera marchando, pausadamente hacia las víctimas.

En su mano izquierda lleva una bandera, que simboliza el triunfo de la muerte.

La corona del rey está fuera de su cabeza, lo que indica que frente a la muerte los títulos no valen, al igual que el báculo del religioso que antes de enfrentar a la muerte lo suelta por decisión propia.

Dos torres al fondo, parecidas a las que muestra la luna en la lámina XVIII, que puede decirnos que lo que construimos en vida perdura a la muerte, pero queda en la tierra.

Un rio lo suficientemente ancho como para que un bote navegue en él, atraviesa la carta partiéndola en dos; lo que ésta arriba es lo que construimos y lo que está abajo es lo que nos queda. Se ve a lo lejos y se relaciona con las copas, los sentimientos, que sin duda existen, fluyen igual a un costado le la muerte, lo que indica que los sentimientos no influyen grandemente frente a la muerte, aunque existen y los reconoce.

En definitiva, la muerte, llega de frente y nadie puede evitarla, ni el más poderoso, ni la juventud, ni las creencias, ni el más inocente, la muerte siempre triunfa.

Siete argollas alrededor del palo que lleva la bandera en manos de la muerte., lo que nos remite a la carta de ese número, el carro o triunfo, una señal nueva que la muerte enfrenta a los hombres sabiendo que va a ganar.

Existe en esta lámina una separación mucho más importante que el río, que parece nacer de las torres; y es la diferencia de alturas de los terrenos en que la muerte camina; y la parte alta donde precisamente están las torres, el sol que las alumbra, y el cielo celeste del día.; están separadas por una franja color violeta, que representa el juicio final y nos remite al llamado de la carta número XX, además que indica que es un paso hacia la paz de la mente, que mas que el término de algo es el principio para la iniciación de una relajación y el encuentro con sí mismo, dejando atrás lo inservible.

Un enorme sol ilumina esas torres, nos recuerda la carta XIIII ¿es que el sol se está escondiendo, o por el contrario, está saliendo o indica ambos conceptos? La Luna y el Sol, son astros que representan el día y la noche, conceptos conocidos y contrarios uno del otro; como diciendo que la muerte llega tanto de día como de noche, en cualquier minuto; o que al unir el día con la noche está tratando de indicar, que la muerte es un comienzo, es decir,  el concepto de algo que se completa, que se termina. Llegando a la oscuridad de la noche donde todo es confuso (concepto de la luna) o sea la Muerte, comienza un nuevo camino, un nuevo día o sea el Sol. Puede indicar un eclipse, que está diciendo que la Muerte intercepta la vida, pero es pasajera, pues es solo un período corto del tiempo, que pasa como un eclipse en unos minutos y luego llega nuevamente la claridad y la luz de la vida (otra vida, pero una vida igual a la anterior)

TAMBIÉN LLEGA A MI MENTE LA IDEA DE QUE LA VIDA Y LA MUERTE SON SIMPLEMENTE CICLOS, ALGO QUE VIENE Y VA, ASÍ COMO LA LUNA Y EL SOL, UNA VEZ Y OTRA, AUNQUE NO SEAMOS COCIENTES DE UNO Y OTRO ESPECTÁCULO. 

El ego representado por la carta del Sol (carta XIIII) también sucumbe a la carta de la Muerte, el ego termina con la muerte. Las confusiones son representadas por la Luna las confusiones también terminan con la Muerte.

Con la muerte se disipan las dudas (todas) y se aclara la mente, el ego se termina y el calor que alimenta la naturaleza llena nuestra vida.

Un concepto parecido pero no igual,  que la vida antes de la muerte es como un eclipse, solo podemos ver parte de la realidad, una pequeña parte que logramos ver solo por un pequeño período de toda la existencia. “La existencia es antes y después del nacimiento, y después de la muerte, lo que llamamos vida es una parte pequeña de la verdadera existencia”.

Es esta la única carta que no tiene nombre y que algunos autores le llaman la Muerte (Rider Waite y todos los tarot que derivan de este), la falta de nombre para esta carta, (dicen algunos autores) que solo es para no decir, ni ver la palabra muerte.

Se ve un esqueleto de color carne que lleva una guadaña de mango dorado y filo rojo, caminando lentamente en un campo negro donde se observan hierbas azules y amarillas. Va cortando todo lo que encuentra en su camino, cuerpos y hierbas. Entre ellas dos cabeza una coronada en la esquina derecha de la carta, frente al esqueleto, que camina lentamente hacia el futuro; y la otra en la esquina izquierda (aparentemente la de un niño) detrás del personaje principal.

Existe una división clara, entre la parte baja y alta de la lámina, que parece haber sido hecha por el filo de la guadaña, por la forma de esta.

Existen varios conceptos en la lámina contrarios uno del otro, por ejemplo, lo blanco y lo negro del fondo, indica pureza y impureza respectivamente; lo femenino y lo masculino, indicada por las cabezas; la pobreza y la riqueza, por las mismas cabezas, el poder del rey y la sumisión del niño; el futuro y el pasado; Esta es una separación de principios, puesto que la cabeza es símbolo del principio.

Armado con la guadaña, el esqueleto va segando todo lo que interrumpe su camino y lo que ha llegado a ser inútil. Lo que nos induce a pensar que la muerte llega tarde o temprano y que nadie, ni el más poderoso puede sortearla. La muerte llegará, es lo único que sabemos desde que somos racionales, a la muerte la llevamos con nosotros siempre, por ello el color del esqueleto que no es color hueso si no piel. El esqueleto es un ser sin carne o músculos pero claramente convive con nosotros y es capaz de terminar con la vida de otro.

Observamos además que la muerte es coja, no tiene el pie izquierdo, lo que significa que se trata de una muerte lenta, silenciosa y corrosiva que malgasta en la cotidianidad y la inconsciencia, la vida.

O ¿Es que ese pie está enterrado en la tierra y forma parte integrante de ella?, parte de su realidad pisa bajo la superficie como diciendo que el cuerpo es finalmente parte de la tierra (¡de la tierra bienes y en tierra te convertirás!)

Su cabeza tiene la forma de una luna simbolizando ciclos, lo que me hace pensar, en que esta solo es un paso normal necesario para poder enfrentar una  nueva vida. Es un símbolo de reencarnación.

La muerte llega a todos los seres, por más poderosos e inocentes que sean, sacando todo lo malo, todo lo inútil, lo que daña, lo que se ha convertido en un estorbo y aquello que ha terminado su ciclo,  para dar paso al siguiente, para que nazcan cosas nuevas.

Su color carne lo vincula al plano humano. Su acción es inteligente, rápida y positiva, según dicen el amarillo y rojo de la guadaña. El negro de la tierra, símbolo del renacer para los alquimistas, indica una transformación inexorable sin relación alguna con la muerte física. Anubis, dios de los muertos.

  Anuncia cambios, inminentes y necesarios que no tienen porque ser rápidos de hecho más bien son lentos pero seguros. Muerte tanto física como en otros ámbitos, como sentimientos (término de una relación) en el trabajo (indica cambios, puede referirse a un aumento de trabajo o cambios de lugar de trabajo o re estructuración etc.…,

En general cuando sale esta carta en la tirada se refiere a cualquier cambio, en lo que algo termina para dar lugar a una cosa nueva, que generalmente es un paso mas superior o mejor al anterior.

También puede referirse a término de trabajo propiamente tal.

O ¿Es que ese pie está enterrado en la tierra y forma parte integrante de ella?, parte de su realidad pisa bajo la superficie como diciendo que el cuerpo es finalmente parte de la tierra (¡de la tierra bienes y en tierra te convertirás!)

Su cabeza tiene la forma de una luna simbolizando ciclos, lo que me hace pensar, en que esta solo es un paso normal necesario para poder enfrentar una nueva vida. Es un símbolo de reencarnación.

La muerte llega a todos los seres, por más poderosos e inocentes que sean, sacando todo lo malo, todo lo inútil, lo que daña, lo que se ha convertido en un estorbo y aquello que ha terminado su ciclo, para dar paso al siguiente, para que nazcan cosas nuevas.

Su color carne lo vincula al plano humano. Su acción es inteligente, rápida y positiva, según dicen el amarillo y rojo de la guadaña. El negro de la tierra, símbolo del renacer para los alquimistas, indica una transformación inexorable sin relación alguna con la muerte física. Anubis, dios de los muertos.

Indica sistema óseo

Al derecho: Crisis en una enfermedad conocida, cambio necesario en el tratamiento. Salud frágil, cuidado con golpes y heridas.

Al Revés: problemas en el sistema óseo (fracturas, osteoporosis) extrema delgadez (anorexia o bulimia). Anemia y problemas de coagulación.

A pesar del nombre que lleva la carta, no significa de manera alguna Muerte física, si está sola. Pero si va acompañada de otras como la Torre al derecho indica accidente grave, cuya acción no depende del consultante; y si la Torre está al revés, es posible que el accidente sea provocado por el propio consultante (en este caso es factible de ser advertido para que tome precauciones). En todo caso no se descarta un desenlace fatal, si la carta está rodeada de cartas desafortunadas en sus cuatro costados.

Señala que los cambios se harán muy lentamente o, quizá, sólo parcialmente. Indica también enfermedades leves.

Los cambios que se indican en esta carta al estar invertida, tendrán un término negativo para el consultante o en el mejor de los casos el cambio que se esperaba no se producirá y la verdad es que es lo mejor que puede pasar, al menos por el momento.

La carta se refiere también a problemas con los huesos, principalmente dolores o artritis y todo aquello que indique huesos rígidos.

Puede estar diciendo que no se ha propiciado los cambios necesarios y esto ha creado detención en la vida, que estamos siendo demasiado rígidos en las posturas y es necesario dejar que la vida siga su curso.

Encantamiento, inmovilidad, accidente grave, ruina, alejamiento, fracaso, fatalidad. Vejez. Melancolía, decrepitud, desesperanza, falta de fe, abatimiento, desmoralización