Vemos a un hombre con barba blanca, señal de virilidad, autoridad y decisión, siempre con buenas intenciones; que está cómodamente sentado en un trono mirando hacia un costado de la lámina, indica seguridad de sus raíces y de lo que ha hecho en sus días anteriores para llegar a esta posición; vestido de color azul (vinculado al Alma) y una capa roja (vinculado a la pasión) indica que puede que sea un ser  de alma sensible y bondadosa que se protege con la pasión.

Lleva un cetro similar al del arcano anterior, esta vez en la mano derecha, indicando que la posición que ha logrado se la ha ganado con esfuerzo y es de él por derecho, la muestra confiado y orgulloso.

El escudo a su izquierda indica poder valor, en el que está confiado de tener, a diferencia de la emperatriz que lo tiene tomado protegiendo, sin soltarlo, como si no estuviera segura de que se lo merece.

Su pierna derecha cruza la izquierda para defenderse contra las malas influencias, y al mismo tiempo, para detener las fuerzas favorables.

Es particularmente clara la similitud entre la Emperatriz y el Emperador, aunque si se observan detenidamente las posiciones de los signos están en lados contrarios en su totalidad, lo que se puede traducir como el equilibrio de las fuerzas por la posición de los contrarios.

Aunque vigilante se le ve seguro y confiado.

El emperador es también una figura patriarcal, representante por excelencia de la figura del padre, que protege, entrega seguridad principalmente material y familiar, figura de autoridad, virilidad, regulación, control absoluto de la situación.

Es la eficiencia demoledora que transforma el entorno real y una voluntad firme que pacientemente convierte un escollo en un escalón sobre los que se alza una nueva concreción.

Su acción es sobre todo y todos sin distinción, coordinando los esfuerzos para mantener lo logrado y expandirlo con prudencia hacia metas realistas.

En Número 4, que lleva este arcano simbolizado por un cuadrado o la cruz, representa el dominio activo y la iniciativa sobre lo material, es la fuerza que, sin vacilación y con energía, expande, solidifica, edifica y construye realizaciones y las palmas en la vida real.

Al emperador se le atribuye el orden y la razón soberana, él vigila, controla y regula, posee un corazón fuerte y generoso, pero muestra este lado de sí mismo a través de la imposición de reglas estrictas, el crea el orden en el caos y lucha contra todo por mantener ese orden, es de reglas claras y defiende que se cumplan, organiza todo pues quiere que todo esté amarrado y controlado, figura de autoridad.

Zeus, el Emperador, presagia una confrontación con el resultado del principio del padre, en las dos formas, positivo y negativo. Se nos desafía a hacer algo manifiesto, a concretar una idea creativa, a construir algo en este mundo, tal vez montar un negocio, formar un hogar, una familia. Se nos invita a tomar una decisión, a ser eficientes y poderosos, a formular nuestra ética. Se nos invita también a considerar en qué momento el joven rey creativo se ha convertido en el tirano rígido y opresor, y en qué momento nuestras ideologías están interfiriendo en nuestra vida y en nuestro desarrollo. Cuando el Loco encuentra al Emperador después de su estancia en el mundo de los instintos, aprende a comparar la vida social con sus propios recursos, solo de acuerdo con la ética que debe desarrollar por sí mismo. Entonces podrá avanzar en su camino con la certeza de que podrá ser eficiente en su vida porque hay algo más elevado en lo que cree y cuya autoridad ahora encarna él mismo. 

En el aspecto negativo, el exceso de celo y control perturba el equilibrio. Abuso de poder, explotación. Empresas que fracasan por falta de un guía efectivo, pérdida de una posición privilegiada. Falta de madurez y de capacidad para hacer respetar.

La fuerza bruta predomina sobre la razón.

Infertilidad masculina, rigidez, severidad descontrolada, exceso de disciplina, despotismo, testarudez, enemigo obstinado, machismo, infidelidad, incapacidad para aprender de las experiencias, falta de coherencia y determinación, errores repetidos.